Es un componente importante del organismo humano y animal, especialmente asociado a tejidos calcificados (huesos y dientes) por su gran afinidad con el calcio.
Mayormente el fluoruro ingerido se absorbe en el estómago e intestino delgado, aunque también a través de los pulmones debido a que el flúor se encuentra en la atmósfera. Una vez que es absorbido pasa a la circulación sanguínea desde donde será transportado y distribuido a todo el organismo, especialmente a los huesos y dientes.
Se elimina principalmente a través de los riñones y en menor medida a través de sudor, heces, saliva.
El otro día os decíamos que en cantidades muy pequeñas los fluoruros están en algunos alimentos, como en las uvas.